De cómo un buen traductor te sitúa en el mundo
No es fácil traducir una rueda de prensa. Ni es fácil hacerlo en directo. Al instante. Sin apenas margen para tomar notas y bajo la atenta mirada atenta de la multitud. En muchos casos, de una multitud que, acostumbrada a viajar, puede tener ya conocimientos de la lengua que traduces. Con los pilotos rojos del directo de las TVs encendidos. Con el aliento, a tu derecha, del protagonista que espera impaciente que hagas perfecto y rápido tu cometido. Se trata de media hora (puede que algo más) de mucho estrés.
Ser traductor en una rueda de prensa que se da en directo implica dominar este escenario descrito. Pero no sólo eso, sino también el lenguaje técnico del acto que estás traduciendo. En este caso, el fútbol. Ser intérprete de fútbol obliga, además de ser bilingüe y templar los nervios ante la situación antes descrita, a saber de fútbol, a conocer bien al club local y haberse documentado sobre el club visitante. En definitiva un enorme trabajo que requiere el concurso de un profesional que domine todas estas parcelas.
En Planabout hemos traducido las ruedas de prensa de multitud de jugadores francófonos. Y de técnicos de habla francesa. Como las de Rudy Garcia (en su etapa como entrenador del LOSC Lille) y Ancelotti (en su etapa como entrenador del PSG) en Champions League, por ejemplo. Ambos entienden perfectamente el castellano, con lo que tu principal examinador está a un palmo de distancia. Por no contar al supervisor de UEFA, que domina varios idiomas, en primera fila, observando atentamente el ‘vivo’ de las traducciones. O al jugador Tino Costa en un ‘hang-out’ a tres bandas con Francia y España, en la que el jugador argentino, que tras sus años en Francia domina el idioma galo, también te evalúa a escasos centímetros de ti.
Al concluir el Atlético Madrid-Valencia CF de esta temporada 2015-16, un periodista francófono preguntó a Nuno (entrenador del club valenciano) en francés. Esto es algo previsible en la capital del país, donde se ubican los medios nacionales y los corresponsales de agencias internacionales. El choque era entre dos grandes de la Liga. No obstante, ni el club colchonero ni el de Mestalla tenía un profesional para este cometido en la sala. Daña la imagen.
La mejor noticia para un traductor, en este caso de fútbol, es contemplar el rostro de aprobación del responsable de la UEFA. O el guiño de ojo que te dedica Ancelotti al levantarse de la mesa. O las palabras de Rudy Garcia despidiéndote con un «Ça a été parfait» a micrófono abierto. Eso da calidad a tu club. Le otorga prestigio. Cosmopolitismo. Profesionalidad.